En los últimos años, ciudades como Austin (Texas), Boise (Idaho), Bozeman (Montana) y Denver se han convertido en refugios para los inmigrantes de la costa que buscan viviendas más económicas y un cambio de estilo de vida.
Pero los patrones de migración y la demografía son sólo una parte de la historia. Factores como la composición geográfica de un estado, las principales industrias, el clima y el entorno normativo también contribuyen a los resultados económicos y de empleo. Por ejemplo, en las primeras fases de la pandemia, el declive de industrias como el turismo, la fabricación y los servicios alimentarios pesó más en estados como Kentucky, Georgia y Hawai, mientras que el crecimiento de la agricultura, la tecnología, los servicios financieros, el transporte y el almacenamiento ayudó a suavizar la caída en lugares como Utrah, Dakota del Sur y Nebraska.
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Según Oren Klachkin, economista principal de Oxford Economics, “mientras la pandemia se prolongaba, las consecuencias locales y regionales de la crisis de salud también desempeñaron su papel.”
«En general, hemos observado que, desde el punto de vista económico, el Medio Oeste y Sur, se han visto menos afectados por la pandemia y eso se debe a los funcionarios locales y a la forma como afrontaron la crisis». «Mientras tanto, en las ciudades de la costa oeste y de la costa este, sobre todo en el noreste, siguen retrasadas en cuanto a su recuperación».
Muchas ciudades y estados de la costa – principalmente California y Nueva York – aplicaron estrictas restricciones a las personas y las empresas cuando se produjo la pandemia.
La economía estadounidense, a pesar de la pandemia, sigue ofreciendo grandes recompensas. Por esta razón y por muchas otras, este sigue siendo un gran momento para reubicarse en un nuevo país y USAFIS puede orientarlo sobre los desafíos y el papeleo que implica el proceso.
